Hace tiempo que sabía que no tardaría en llegar el día en que tendría que dar forma a reflexiones, estudios y vivencias que se agolpan en torno a lo femenino. Pero de todas las cosas, el ser madre, ha sido lo que me ha puesto en contacto directo con la esencia de lo femenino. Y pareciera que esto es la antítesis al feminismo, a nuestra libertad (esa liberación de las obligaciones impuestas por la sociedad), ¿tanto nos hemos dejado engañar? Pues sí, creo que no somos todavía conscientes de lo que nos hemos dejado engañar. La libertad de la mujer no es ser como los hombres, ni tener sus privilegios. No es ser más individualista que ellos y más narcisista. Y muchos dirán, y con razón, que ni son así ni quieren serlo. ¿Podemos, hombres y mujeres, trascender nuestra cultura, nuestra educación, nuestro entorno? ¿Podemos trascender lo que creemos que es nuestra esencia? Me gustaría ir desgranando ese misterio que tiene tantas facetas como el diamante mejor tallado. Pero el diamante no es importante por lo hermoso que puede lucir, sino por la esencia de lo que está hecho. Sin embargo la esencia femenina es un misterio por descubrir. Empezando por nosotras mismas y deteniéndonos desde nuestra contemporaneidad al pasado, en cada hito de la Historia que rebosa promesas de libertad. ¿Trabajar y ser madre es ser más libre que realizar una sola de las dos cosas? ¿Vivir aislada, llena de individualidad nos hace más independientes? ¿Qué atributos femeninos han ocupado un lugar de prestigio en la sociedad que no pasen antes por convertirte en esclava de la apariencia?
Creo en todo lo que dices pues la mujer además de aprender a conocer su esencia en lo individual, que hasta ahora ha sido su mayor espacio de libertad, ha de comunicarse con otras mujeres para crear así un mejor entendimiento de esa fuerza liberadora y sacarla hacia el espacio público y politico.
ResponderEliminarLas mujeres juntas entenderíamos mejor esos cambios y lograríamos ir más allá de lo que se nos ha ido imponiendo.
Ser madre es algo único que nos pertenece y creo que no hemos renegar de ello, pero quizá hemos de replantearnos el modo de ser madre para que la popia mujer sea más libre en ciertas decisiones y sobretodo que el hombre como pareja y padre aprenda a responsabiizarse de otra forma, siendo más cercano.
Lo emocional en la mujer es algo muy poderoso, quizá no lo hemos entendido aún así pero es nuestro guía y forma parte de la esencia femenina. Y dejarme que os diga que la mujer no es que no sea racional,como nos quieren convencer...lo racional es algo que no tiene porque escapar de nuestras manos porque la mujer es perfectamente capaz de pensar, calcular, ser pragmática...pero quizá es más dificil ser emocional que racional...y en la esencia femenina la mujeres elegimos la emoción como fuerza sanadora y creadora de paz en el mundo.
Hay un libro que recomiendo que se llama "La rebelión sigilosa" de Teresa Langle de Paz.
Hay un apunte que dice: "las mujeres, sin saberlo, perpetuamos unos códigos de pensamiento que anulan nuestra capacidad de percibrnos como agentes de nuestras propias circustancias y de nuestras culturas...sólo reconociendo esos mecanismos reductores, sus "ex-centricidades, exotopías, heterotopías...el mundo desordenado donde está el Otro", será posible escapar de sus códigos y reclamar la fuerza motriz que las mujeres aportan a las culturas y que bulle desde lo más hondo de cada sociedad" (Zavala, 2008:222).
Viva ser mujer, madre,amante,compañera, amiga y ciudadana del mundo.
Con todo mi cariño para todas vosotras amigas
Silvia
Yo también siento que la sociedad pretende de la mujer todo y nada al mismo tiempo.
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